Hay tres estilos de apego o maneras que tienen las personas de percibir la intimidad y de responder a ella en el seno de una pareja. A estos se los denomina seguro, ansioso y evasivo y podríamos hablar de un cuarto apego denominado desorganizado. A grandes rasgos, las personas seguras se sienten a gusto en situaciones de intimidad y suelen ser cálidas y cariñosas; las ansiosas anhelan la intimidad, tienden a obsesionarse con sus relaciones y acostumbran a dudar de la capacidad de su pareja para corresponder a su amor; las evasivas en cambio equiparan la intimidad con una pérdida de independencia y se esfuerzan constantemente en evitar el acercamiento. Las personas con apego desorganizado se caracterizan por establecer relaciones donde sienten tener el control de las situaciones y del otro u otra, aunque ello implique fingir lo que no se siente o se es. Las personas con esta tendencia de apego están constantemente en estado de alera, sienten ansiedad en los encuentros y tienen miedo que le hagan daño.
cada uno de estos estilos difieren en: ideas de intimidad y de relación, la forma de reaccionar ante el conflicto, la actitud hacia las relaciones sexuales, la capacidad para expresar deseos y necesidades, las expectativas que se tienen de la pareja y la relación. Por ejemplo, si tienes la tendencia a un estilo de apego ansioso es muy probable que te aburras con personas de estilos de apego seguro y que te sientas atraído o atraída por personas de estilo de apego evasivo.
Al conocer nuestras tendencias naturales podemos contar con más herramientas para comprendernos en vez de juzgarnos y cambiar así el curso de nuestras decisiones y estados emocionales, y por qué no, de nuestro destino.